Trastornos del sueño en personas mayores
Cuidados a personas mayores con trastornos del sueño
Es habitual que, con el paso de los años, muchas personas tienen cada vez un sueño más ligero. Despiertan un mayor número de veces o descansan peor. Existen multitud de estudios que relacionan trastornos del sueño, con el consumo de medicamentos. Los medicamentos neurolépticos, hipnóticos o ansiolíticos incrementan mucho más los trastornos del sueño.
Resulta evidente que la reducción de la actividad física y los cambios de hábitos ya en si mismo provocan trastornos del sueño. Como sucede con los niños en vacaciones, los mayores con menor actividad acaban rompiendo los horarios del sueño.
Es evidente que una persona mayor de 75 años no puede, ni necesita, dormir lo mismo que una de 25. Pero el sueño ha de ser de calidad. Es decir, ha de ser reparador.
Uso de Ansiolíticos
Los fármacos, normalmente ayudan a regular situaciones puntuales de trastornos del sueño. Situaciones de ansiedad. Pero debemos ser conscientes que generan dependencia. Por ello únicamente hay que utilizarlos en momentos que son imprescindibles.
Resulta frecuente que muchos mayores caigan en estados depresivos, y ello les haga mas vulnerables a situaciones de ansiedad. Ahí es cuando la familia debe estar más en alerta.
Una persona mayor debe tener un horario, unos hábitos diarios sanos, y una atención y compañía adecuadas. Ello previene las situaciones depresivas y de ansiedad en nuestros mayores, así como obliga a regular el sueño. Por ello se hace imprescindible que mantengan una actividad física diaria adecuada a sus posibilidades. Paseo diario y ejercicios para mantener al máximo la movilidad, ya sea en la calle o en la propia casa. Ello unido a una alimentación adecuada y el mantenimiento de unos hábitos y horarios.
Dormir bien previene enfermedades
El descanso tiene un efecto de rehabilitación y de prevención. La falta de sueño o el descanso deficiente, tiene efectos negativos en nuestra salud. A nivel vascular y cardiaco, a nivel cerebral y a nivel metabólico. Por ello cuando la persona no descansa adecuadamente se incrementan los riegos de infartos, ictus, procesos de diabetes u obesidad. También disminuye la capacidad cognitiva, llegando a provocar pérdidas de memoria y desorientación. Estos trastornos se incrementan a medida que aumenta nuestra edad.
Igualmente, un descanso insuficiente, genera problemas de convivencia en las parejas de mayores. Incrementa la ansiedad y depresión. Lo que en muchos casos lleva al consumo de ansiolíticos.
Pero como en todo, llega una etapa en que se hace necesaria la supervisión de la familia. Cuando van cumpliendo años, y mermando sus fuerzas, se hace precisa una prevención. Con la introducción de personas en el hogar, que asistan organice y dinamice el día a día, se da un primer paso.
No debemos esperar a introducir en el hogar un cuidador/a cuando nuestros mayores no puedan valerse por sí mismo. Debemos prevenir, y garantizar que la calidad de vida de nuestros mayores se mantiene con el paso del tiempo. Para ello en ocasiones basta con introducir una ayuda parcial por horas. Únicamente para que les mantenga activos, organice el día y garantice una alimentación adaptada a la edad y necesidades.
Para ello Institució Ibars ha puesto a disposición de las familias, un servicio completo. En el que pueden disponer de una ayuda a tiempo parcial y disponer de un control diario de la actividad en el hogar. Sin necesidad de contar con línea telefónica o internet. Y de esa manera prevenir cualquier incidencia que pueda ocurrir en los momentos en los que están solos en casa.
- Escrito por Institucio Ibars
- A 5 abril, 2019
- 0 Comentarios