A medida que tenemos más años, aumenta la posibilidad de necesitar una cirugía de reemplazo de cadera. Además de las limitaciones con prótesis de cadera, durante el periodo de recuperación y rehabilitación, en el caso de personas mayores, la prótesis de cadera requiere cuidado de por vida, por no hablar de que la recuperación es más lenta y compleja que cuando se trata de una persona joven.
Vamos a ver cómo adecuar la casa para hacer la rehabilitación del paciente mayor lo más cómoda y segura posible, qué no se puede hacer con prótesis de cadera y cómo los cuidadores necesitan de ayuda profesional, al menos durante los primeros meses tras la cirugía, para asegurar la mayor recuperación posible.
Qué limitaciones pueden tener las personas mayores con una prótesis de cadera
En primer lugar, vamos a recordar por qué una persona mayor puede necesitar un reemplazo de cadera. Esto puede suceder a consecuencia de una fractura en la misma, que no siempre es el resultado de una caída, o porque la articulación presenta una artrosis tan avanzada como para mermar la movilidad y la calidad de vida.
En este último caso, es probable que la persona mayor sufra de artrosis generalizada, lo que haga inviables algunos de los ejercicios de rehabilitación, obligando a adoptar otros con los que la recuperación será algo más lenta. A estos pacientes mayores, con problemas articulares generalizados, hemos de sumarle los cuidados habituales, con ejercicios específicos, a la nueva rutina para recuperarse de la cirugía de reemplazo de la cadera por una prótesis.
A partir de este momento, pasaremos a hablar solo de lo referente a las prótesis de cadera y cómo cuidarse. Cuando un paciente requiere de sendas cirugías, para evitar que quede un tiempo postrado, se suelen realizar con un periodo de tiempo suficiente como para permitir la recuperación de la primera cadera operada.
Sin embargo, una vez que el paciente cuenta con una prótesis de cadera, hay cosas que no podrá hacer y otras con las que se debe tener cuidado:
- Hay que evitar cualquier deporte de impacto y todo lo que sean movimientos bruscos de por vida.
- Al subir y bajar escaleras, presta atención. Para subir, el paciente debe colocar primero la pierna del lado operado, haciéndolo de manera inversa al bajar escalones. Durante las primeras semanas, si es posible, debe evitar el uso de escaleras.
- No conviene flexionar la cadera más de 90º ni sentarse en asientos bajos.
- La idea es que la persona mayor llegue a poder caminar sin necesidad de muletas u otros apoyos, aunque no siempre es posible. Dependiendo de la edad, y de si se ha realizado correctamente la rehabilitación, algunos mayores van a pasar a necesitar tener un bastón para los días en los que la cadera se resienta.
- La agilidad, como es lógico, se ve mermada, por lo que conviene mantener todas las medidas aplicadas para reducir el riesgo de caídas en casa, como la retirada de alfombras y enchufes por el medio de un sitio de paso.
Cuidados que precisa una persona mayor con prótesis de cadera
En la cama
Durante los 2 o 3 meses posteriores a la cirugía, conviene que el paciente duerma boca arriba. Si no lo consigue, podría dormir de lado con la condición de reposar el peso sobre la cadera no operada y utilizar una almohada gruesa en las rodillas para asegurar la higiene postural.
Las cosas deben estar al alcance de la mano para evitar que la persona mayor deba hacer giros estando acostado. Se debe prestar especial atención a las maniobras para acostarse y para levantarse de la cama.
Ejercicios
Los ejercicios de rehabilitación
serán pautados por un fisioterapeuta en el mismo centro sanitario donde se lleve a cabo la cirugía, pero precisan de un acompañamiento por parte de una tercera persona, sea profesional o no, hasta que el paciente comienza a poder caminar sin muletas u otros apoyos. Existe riesgo de lesiones y de caídas si no se realizan de manera correcta y con ayuda.
En la ducha
Al principio, es necesario una banqueta de baño o similar para poder ducharse sentado. Más adelante, dependiendo del paciente y de cómo se vea, puede volver a ducharse de pie, pero prestando especial atención a que el suelo de la ducha cuente con una superficie para evitar resbalones y solo si no supone problema entrar y salir de la bañera.
En general, una vez que se ha efectuado una operación de cadera, no se debe elevar la rodilla por encima de los 90º. Si el paciente no pudiera llegar a ejecutar bien este movimiento, es hora de estudiar el cambio de la bañera por un plato de ducha, provisto de los siempre recomendables agarraderos de seguridad para personas mayores o con problemas de equilibrio.
La ayuda de una tercera persona
Es indispensable las primeras semanas tras las cirugías, y este papel lo puede desempeñar un familiar. Además, si confías en personas acostumbradas al cuidado de enfermos, estas sabrán detectar mejor cuándo algo no va bien y conviene comunicarse con el médico para una revisión adicional.
Insistimos en que la recuperación tras una cirugía de cadera de una persona anciana dista mucho de cómo es la experiencia cuando el paciente es más joven.
Hay limitaciones con prótesis de cadera que requieren cuidados de por vida y obligan al paciente a abandonar algunos hábitos o a hacer las cosas de otra manera.
Al final, cuidar a una persona mayor, operada de la cadera, requiere tener muchas cosas en cuenta y disponer de mucho tiempo. Recuerda que esa etapa de las limitaciones, en buena parte, de los movimientos pasará, y no dudes en contar con nuestros servicios profesionales si lo necesitas.