El sindrome del cuidador

Síndrome del cuidador: qué es, cuáles son sus síntomas, y cómo tratarlo

Los cuidadores de ancianos, de personas con enfermedades neurodegenerativas y de personas dependientes en general, sufren un intenso desgaste físico y emocional que, en muchas ocasiones, deriva en serios problemas de salud. Es lo que se conoce como síndrome del cuidador. En este post te mostramos qué es este síndrome y cuáles son las diferentes formas de afrontarlo.

El síndrome del cuidador quemado

Fue Herbert Freudenberg quien dio nombre a este síndrome, en el año 1974, refiriéndose en aquel entonces a las personas encargadas de cuidar a afectados de toxicomanías.

La psicóloga Cristina Maslach, 3 años después, definió esta patología común entre los cuidadores como un síndrome de baja realización personal, despersonalización y agotamiento emocional que pueden sufrir quienes trabajan atendiendo o ayudando a personas dependientes.

Qué es el síndrome del cuidador

Conocido como síndrome del cuidador quemado o agotado, es un estado de agotamiento mental y físico que afecta a individuos que cuidan de una forma continuada, y durante largos periodos de tiempo, de personas con algún tipo de dependencia.

El cuidador se encuentra con la responsabilidad de cubrir la práctica totalidad de necesidades de otra persona, algo que cada vez le exige una mayor entrega, especialmente cuando las personas cuidadas sufren de un gradual deterioro.

El estrés que provoca esta situación puede llegar a provocar un alto grado de frustración que puede conducir a un estado de depresión severa.

Se calcula que hasta un 85 % de los cuidadores pueden llegar a sufrir el síndrome del cuidador.

Síntomas del síndrome del cuidador quemado

Estos son algunos de los síntomas que pueden mostrar que un cuidador está sufriendo este síndrome:

  • Depresión y ansiedad.
  • Agotamiento físico constante.
  • Problemas para dormir.
  • Migrañas.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Disminución o abandono de actividades de ocio y relaciones sociales.
  • Problemas de alimentación: bulimia, pérdida del apetito…
  • Problemas de alcohol y drogas.
  • Descuido en el arreglo o la higiene personal.
  • Irritabilidad e impaciencia.
  • Sensación de desesperanza y de impotencia.

Cómo tratar el síndrome del cuidador quemado

O, dicho de otra forma: cómo hay que cuidar al cuidador. Te mostramos cuales son las pautas a seguir para prevenir esta patología.

Cuidado personal

El cuidador nunca debe olvidarse de sí mismo. Debe cuidar su alimentación, respetar sus horas de sueño y practicar algún tipo de ejercicio físico o deporte.

Pedir colaboración para el cuidado de la persona dependiente

En muchas ocasiones el cuidador no es capaz de soportar toda la carga que supone cuidar a una persona dependiente. Es fundamental que, si se ve sobrepasado, pida ayuda a otros familiares o a profesionales.

Fomentar la autonomía de la persona dependiente

Algo que beneficiará tanto al cuidador como a la persona dependiente. Si esta puede hacer por sí misma algún tipo de actividad, debe realizarla de forma autónoma.

Mantener las relaciones sociales y personales

El aislamiento social es uno de los síntomas más comunes del síndrome del cuidador, con unas consecuencias muy negativas a nivel emocional. Hay que buscar momentos para estar con la familia o con los amigos, de una forma relajada y lúdica.

 

En definitiva, la mejor forma de evitar el síndrome del cuidador es que quien asume la responsabilidad de cuidar a otra persona se cuide igualmente a sí misma, en todas las facetas de la vida.

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