Es probable que conozcas varios casos de gente que, tras jubilarse, se comenzó a deteriorar rápidamente. El cambio drástico de tener un trabajo, que ya puede resultar excesivo con determinados achaques, a pasar a no hacer nada puede ser muy perjudicial. De hecho, la falta de actividad física, mental y social en nuestros mayores disminuye notablemente su calidad de vida, siendo el ejemplo de la persona que al jubilarse no encuentra cómo llenar su tiempo el caso más drástico.
Vamos a ver una serie de actividades para personas mayores que buena parte de la población anciana puede realizar. Hablaremos de actividades motoras, pero también de ejercicios de gimnasia mental y de actividades para hacer con personas mayores e integrarlas en un grupo social diverso porque, si bien es cierto que es recomendable tener relaciones sociales con gente de una misma generación durante toda la vida, peinar canas no es motivo para renunciar a una vida social plena.
Actividades físicas para personas mayores
Caminar
Siempre que sea posible, es bueno dar un breve paseo aunque sea por el barrio, y si el anciano no puede caminar, saquémosle en silla de ruedas a la calle los días que el tiempo acompañe, pues ese paseo no deja de ser un estímulo para la mente y una ocasión de encontrarse con vecinos y conocidos.
Taichí o yoga
En Asia se mantiene la actividad física durante toda la vida, adaptando los niveles de dificultad. El taichí y el yoga son dos disciplinas que puedes encontrar adaptadas a personas mayores.
Baile
Si pueden y les gusta, ¿por qué no echarse unos bailes del género musical favorito o de uno nuevo? Aprender un nuevo paso de baile como pueden ser los básicos de la bachata o el swing puede ser un pequeño desafío y una ocasión para compartir carcajadas si se juntan unos pocos mayores con sentido del humor.
Actividades de ocio y entretenimiento para mayores
Ir a comer a un restaurante con familiares o amigos
No importa el local ni el precio, basta un pequeño restaurante de barrio y el menú del día. Lo importante es con quién se comparte esa rutina semanal o quincenal.
Si te preocupa el desplazamiento hasta el local, puedes acercarle tú o solicitar los servicios de un auxiliar de ayuda a domicilio para que realice el acompañamiento en la ida y en la vuelta por ti.
Visitas de sobrinos y nietos
Ver a la familia es uno de los mejores estímulos que pueden recibir las personas mayores. Se pueden organizar actividades, como ver películas, fotos o contar historias, pero también es bueno que los más jóvenes compartan sus experiencias con la gente mayor, para ayudarles a sentirse conectados con el mundo actual.
Acudir a programas o actividades organizadas por centros sociales
También hay asociaciones que organizan talleres ocasionales cuyo fin no es otro que obligar a sus miembros a charlar con quien se sienta al lado mientras realizan algo que requiere un poquito de atención o de destreza, pero no mucha.
Hacer una excursión
Dependiendo del estado físico y mental de nuestros mayores, puedes estar encantados con el hecho de acudir a una pequeña excursión, sea organizada o con sus familiares. En cualquier caso, sí aconsejamos que vayan acompañados de al menos un familiar adulto y responsable, para dar mayor seguridad.
Juegos de mesa o cartas
La oferta de juegos de mesa es enorme. Algunos de ellos se pueden simplificar para adaptarlos y que jueguen adultos con niños, niños con abuelos, o adultos con personas mayores. Son actividades para gente mayor y para gente joven que estimulan diferentes áreas cognitivas de manera lúdica.
Leer o hacer crucigramas
Nunca deberíamos dejar de leer, en especial textos que requieran de cierta comprensión lectora. Este hábito ayuda a preservar las habilidades cognitivas. Pero si tus padres no han sido nunca aficionados a lecturas densas, no van a comenzar ahora. Mejor rétales con unos crucigramas o autodefinidos.
Al final, las actividades para mayores son las mismas que para todo el mundo, rebajando un poco el nivel de dificultad. Con el paso de los años, se rescatan juegos de mesa como el parchís u otros más modernos como el Catán, o se tiene tiempo para disfrutar de partidas de mus y tute. Si las articulaciones lo permiten, a nadie le amarga un baile, incluso se puede asegurar que nunca es tarde para aprender otro más. Y, en todo caso, aunque existan problemas de movilidad, no prives a tus mayores de una vida social lo más rica posible y de actividad física adaptada a sus limitaciones porque lo necesitan tanto como tus abrazos.