Soledad en ancianos: efectos y estrategias de apoyo
La soledad en ancianos puede afectar a quienes viven solos y a no pocos de quienes viven con algún familiar o cuidador. El concepto de soledad recogido en los protocolos de envejecimiento activo (envejecimiento saludable) no es el mismo que no tener a nadie al lado.
Hoy vamos a ver el problema de los ancianos en soledad en una sociedad como la nuestra, cómo afecta negativamente a su salud y, por supuesto, soluciones para la soledad en el anciano, adaptadas a su estado físico y mental.
En muchos casos, combatir este problema requiere de tiempo por parte de los cuidadores en horas en las que deben estar en el trabajo. Para esos casos, y para todo lo que necesites, recuerda que puedes apoyarte en los servicios de ayuda domiciliaria que prestamos en Institució Ibars.
Cómo afecta la soledad a los ancianos
Entendamos por este tipo de soledad la no deseada en personas mayores, que es aquella que se produce por la pérdida de una persona o el abandono de las actividades cotidianas. Hijos que dejan de hacer visitas a menudo, la muerte del cónyuge o una enfermedad que limita en gran medida la vida social.
Cuando acontecen situaciones que impiden la interacción con seres queridos o con personas con las que se comparte algo, y se sabe que esa situación será para siempre, la persona mayor puede entrar en los que algunos describen como síndrome de soledad: estado psicológico que sucede a consecuencia de pérdidas en el sistema de soporte individual, disminución de la participación de las actividades dentro de la sociedad a la que pertenece y sensación de fracaso en su vida.
Con independencia de si una persona mayor se encuentra en este estado psicológico o no, la soledad no deseada afecta a la salud de varias maneras:
- Se dispara el riesgo de sufrir depresión nerviosa y cualquier demencia incipiente avanzará mucho más rápido. De hecho, se cree que la soledad —real o cuando consiste en no sentirse comprendido por el entorno o el cuidador— es uno de los factores que aumentan las probabilidades de desarrollar una demencia senil.
- La persona mayor puede ir experimentando una merma importante en las habilidades cognitivas implicadas en la comunicación y la socialización, especialmente en el habla.
- Al vivir solos, son muchos los ancianos que comen cualquier cosa por no cocinar porque, “¿para qué?”. Cualquier cosa suele ser leche con pan y galletas o yogures. Con el paso de los meses, aparecen las anemias y otros estados carenciales. Este punto tiene una solución tan sencilla como la planificación de menús por parte de un familiar o de un cuidador que acuda al domicilio. Se puede cocinar para varios días y guardar las raciones congeladas, de modo que solo haga falta utilizar el microondas.
- Cuando los mayores pierden el hambre o se les van atrofiando el gusto y el olfato, es mejor que coman acompañados y esforzarnos un poco en la variedad de sabores y en la presentación. Valora utilizar hierbas aromáticas o especias que no irriten el aparato digestivo.
- La falta de vida social les lleva al sedentarismo y a sus consecuencias en la tercera edad: aumento de peso, pérdida de masa muscular y de flexibilidad. “Hoy no salgo porque no me apetece”, días tras día, lleva también a dejar de ocuparse de aspectos esenciales como vestirse o asearse.
Soluciones para la soledad en ancianos
Brindar compañía de calidad
De nada sirve pasar unas horas al día con un anciano si se siente ignorado. Para su salud, es mucho más importante que haya, tal vez, menos horas, pero de calidad.
Deja que te cuente sus batallitas de juventud, qué le preocupa sobre lo que ve o escucha en las noticias o, sin más, pregúntale que opina sobre este asunto o aquel, y escucha activamente.
Crear una rutina variada, con tiempo para diversas actividades y para descansar
Cuando se jubilan, hay personas que se deterioran rápidamente porque caen en una depresión, más o menos grave, y por el paso brusco de una vida activa a otra que parece gritarle que ya no sirve para nada. Es un problema social, no lo vamos a negar, pero se evita con el compromiso del entorno cercano: familia, amigos, vecinos, incluso cuidadores que ayudan en el domicilio.
Necesitan tener un horario lleno de actividades, desde hacer deporte o viajar a otras, como simplemente dar un paseo, ir al parque o a tomar algo.
Este horario debe permitir ejercitar el cuerpo y la mente, con actividades de estimulación cognitiva, pero también descansar, relajarse, o disfrutar de cosas sencillas, como pueden ser contemplar un bello atardecer o ver cómo esos árboles van cambiando con el transcurso de las estaciones. Cada persona sabe bien qué es eso que le proporciona paz, y debería aparecer en el horario semanal, aunque no implique realizar ninguna actividad como tal.
Cuidar la higiene de sueño y la dieta
No tienen relación directa con la soledad, pero sí con la salud. Y, al estar más sanos física y mentalmente, nos apetece hacer cosas. Eso pasa también con las personas mayores.
Animar a la persona mayor a probar cosas nuevas
Durante la tercera edad es importante estimular el cerebro, aunque eso no supone ponerse a rellenar cuadernos de ejercicios. El cerebro se estimula cuando hace cosas nuevas, como cambiar la ruta habitual o ir a un sitio nuevo, aprender un idioma (nunca es tarde) o una manualidad que siempre nos ha llamado la atención.
Existe una excepción: si la persona tiene Alzheimer o alguna otra enfermedad degenerativa donde los cambios puedan ser causa de estrés o confusión, es mejor seguir una rutina más sencilla y sin sorpresas, en la medida de lo posible.
La soledad en ancianos afecta de manera importante a su salud, para mal. Hablamos de soledad no deseada, pero también de la falta de interacción con otros individuos, y tanto de soledad real como de la percibida. Cerca del 20 % de los mayores de 65 años residentes en España reconocen sentirse solos, a pesar de que algunos viven con sus familias.
Las soluciones para la soledad en el anciano pueden basarse en una guía como la que te hemos sugerido hoy, pero jamás debes perder de vista los gustos e inquietudes de la persona a quien vas a cuidar. Si no puedes acompañarle a esas actividades que le motivan, no dudes en solicitar ayuda a domicilio para que esa persona pueda seguir quedando con sus amigos de siempre o yendo a sus clases de costura, esas a las que en realidad va por charlar con otra gente que le comprende bien.
- Escrito por Institucio Ibars
- A 22 marzo, 2024
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