La pérdida de memoria puede deberse a diversas enfermedades, así como al natural envejecimiento del cerebro, que afecta a las capacidades cognitivas. La memoria es fundamental en el ser humano, base de la identidad del yo, de quienes somos y de quienes hemos sido.
Tipos de memoria
A grandes rasgos, la memoria se clasifica en:
- Memoria a corto plazo: almacenamiento de información que nos sirve de forma temporal, como pueden ser las anotaciones en una agenda laboral.
- Memoria a largo plazo: almacenamiento de información que nos servirá para toda la vida, como pueden ser las capitales o fechas históricas.
Síntomas de la pérdida de memoria
Al igual que el resto de nuestro cuerpo, el cerebro envejece, provocando una pérdida de memoria. Los síntomas de la pérdida de memoria más evidentes son:
- Pérdida de objetos de una forma habitual.
- Dificultad para encontrar palabras adecuadas en el momento de hablar.
- Preguntar de forma reiterada sobre un mismo asunto en el marco de una conversación.
- Desorientación en lugares conocidos y frecuentados.
- Dificultad para recordar encuentros o citas.
- Olvido de palabras de uso común y cotidiano.
- Colocación en lugares inapropiados de ciertos objetos.
- Comportamientos inapropiados y repentinos cambios de humor.
Tipos de pérdida de memoria
La pérdida de memoria presenta dos tipos distintos:
- Pérdida de memoria transitoria: es cuando se pierde información, que luego vuelve a recuperarse. Puede darse por el consumo de alcohol, estupefacientes, medicamentos o, simplemente, de una forma natural.
- Pérdida de memoria permanente: es cuando la información perdida ya no vuelve a recuperarse. Puede ser como consecuencia de la edad o de algún tipo de patología o trastorno de la memoria. En casos graves pueden llegar a afectar de forma definitiva a la vida social, personal y laboral de quien la sufre.
Causas de la pérdida de memoria
Las causas de la pérdida de memoria son variadas:
- Pérdida de memoria por problemas de salud: como pueden ser la drogodependencia, el alcoholismo, los efectos secundarios de fármacos, la radioterapia y quimioterapia, ictus, problemas de tiroides, etc.
- Pérdida de memoria en personas mayores: la tercera edad es el segmento poblacional más afectado por este problema, pudiendo ser síntoma de algún tipo de enfermedad degenerativa o demencia, como el Alzheimer.
- Pérdida de memoria debido a problemas emocionales, la ansiedad o el estrés: las situaciones emocionales extremas pueden provocar trastornos de la memoria.
Prevención de la pérdida de memoria
La actividad mental es una de las mejores formas de prevenir la pérdida de memoria. Estos son algunos hábitos recomendados:
- Tener una buena higiene del sueño.
- Disfrutar de una dieta equilibrada.
- Realizar ejercicio físico, siempre acorde a la edad.
- Evitar el aislamiento social.
- Realizar actividades cognitivas: lectura, escritura, crucigramas, juegos de mesa, entre otros.
Cuándo y cómo pedir ayuda ante la pérdida de memoria
Ante cualquier síntoma que implique una evidente y sostenida pérdida de memoria, es aconsejable ponerse en contacto con un médico especialista.
En muchas ocasiones las personas mayores son reacias a aceptar que están sufriendo una pérdida de las facultades cognitivas, por lo que es importante que su entorno familiar se responsabilice y le aconseje su puesta en manos de un profesional.
En resumen, la pérdida de memoria puede afectar a cualquier franja de edad, pero es más común en las personas mayores. Unos hábitos de vida saludables pueden prevenir la aparición de este problema, pero no siempre es así. Ante cualquier síntoma hay que acudir al médico. Muchas veces la pérdida de memoria no es fruto de una grave patología. En ocasiones se trata de un cuadro de ansiedad o, simplemente, de una dieta inadecuada.